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lunes, 24 de noviembre de 2008

El clásico tuvo algunos problemas








El operativo policial comenzó muy temprano en la zona del Bosque. Las puertas recién se abrieron pasadas las 16. A medida que la gente iba avanzando, el ingreso al estadio se tornó más lento debido a las colas que se formaron, especialmente cuando se acercó la hora del partido. Los cacheos fueron rigurosos y hubo 150 efectivos para controlar el orden. Algo más de seis mil pesos costó el operativo. Hubo algunas situaciones aisladas para reprobar. Promediando el segundo tiempo voló una butaca a la cancha y la Policía logró detener al inadaptado. En el desmedido festejo del agónico gol, se rompieron algunas butacas y también el acrílico que cubre el banco de suplentes visitante. Y por último una rotura del alambrado en la cabecera local, donde la Policía reprimió a quienes querían ingresar, cuando finalizó el encuentro.