lunes, 1 de junio de 2015

SE TOCO FONDO: AHORA HAY QUE SALIR ENTRE TODOS

Defensores de Cambaceres vive una crisis notoria. Pero, lo peor del caso, es que  no se ven soluciones, al menos, en el corto plazo. ¿Qué pasó para que en un año, de pelear por un ascenso, ahora encuentre al Rojo en el último lugar? ¿Qué se hizo mal? ¿Quiénes son los culpables?
El resultado deportivo, por lo general, es la resultante de cómo se hacen las cosas en todos los órdenes. Y, de un tiempo, a esta parte, todo parece salir mal en el  Rojo.
No es casual este presente y este último lugar en la Primera “C”. El factor económico provocó un rearmado del plantel para este torneo. El factor económico lleva a que los jugadores tengan que entrenar de una manera que ya casi ni un equipo de Liga Platense hace. Es dar una tremenda ventaja en una categoría profesionalizada.
¿Cómo se entiende que se reduzca casi a la mitad un presupuesto y tampoco se pueda cumplir? Ciertamente, hay inoperancia dirigencial manifiesta en este tema y falta de gestión para lograr los recursos necesarios para afrontar esta categoría. Son contados los dedos de una mano los dirigentes
que están comprometidos con este momento de la institución. ¿Y el resto? ¿Para qué asumieron la responsabilidad de conducir los destinos del club?
Entendemos el reclamo del jugador. Es justo y totalmente razonable. Todos queremos percibir lo que nos prometieron y nos corresponde cuando termina cada mes.  También es real que el grupo seguirá dando ventajas en lo físico y en lo futbolístico, que se irán agravando con el correr de las fechas, al entrenar en forma irregular. La realidad económica indica que muchos jugadores no están en condiciones de ir a practicar todos los días.
Del otro lado, los dirigentes tampoco tienen soluciones para hacer frente a la crisis económica. Los problemas se ahondan y no se ve la salida.
Dentro de ese panorama, el Rojo está último en el campeonato, y lo que es peor, nada parece en el corto plazo que pueda revertir este presente. Está comprometiendo seriamente su futuro.

¿Qué hacemos entonces? No es el momento de buscar culpables ni pedir que se vayan todos. No es la solución. Es el momento de hacer una amplia convocatoria a socios, simpatizantes, ex dirigentes y a todos los que quieran darle una mano a la institución. Solamente, aportando ideas y recursos entre todos, se podrá revertir este presente que es muy complicado pero que podría ser mucho peor si no se actúa en consecuencia y a tiempo.