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lunes, 10 de agosto de 2020

DE CIRCOS, FERIAS Y CALESITAS

Por Jorge Daniel Testori

La manzana donde se ubica la Escuela de Enseñanza Media N° 1 de Ensenada (calles Brasil, Eva Perón, Ecuador e Independencia), era un baldío, un potrero donde los pibes jugábamos al fútbol.

Fue también la cancha del Club Fuerte Barragán frente a su sede de la calle Brasil.
Fue y no fue la frustrada Plaza Líbano...por allí abajo debe andar la piedra fundacional, pero felizmente concluyó siendo ocupado el terreno por una Institución Educativa.
Pero también ese territorio puro barro con las lluvias o polvareda en los veranos secos, supo ser cada tanto el espacio donde se atrincheraba un circo, una feria de juegos o una calesita.


Recuerdo haber trabajado para los cirqueros desparramando aserrín y acomodando esas sillas tijera de dudosa madera y certera incomodidad por un par de entradas para la función.
A veces, solo algunas veces, cuando venía un circo o feria de gitanos, con los compinches del barrio nos deslizábamos bajo las lonas y carromatos para espiar a las gitanas de generosos escotes.
También ese campito fue escenario de belicosos partidos de fútbol de barrio contra barrio, de esos que terminaban en una competencia atlética de tirar piñas al aire, piedras y carreras de velocidad para huir a lugar mas seguro.
Pero bueno, éramos pibes y el mundo no era tan complicado.