Por Emiliano Roskell
Con la frente en alto a pesar de todo. Terminó la Copa Las Bonitas, y más allá del sabor amargo para las chicas de perder una final histórica frente a su clásico rival, el balance es por demás positivo. Un Torneo al que llegó por invitación, y en el cual el plantel pudo usarlo como preparación de cara a la participación de ellas en el Torneo de Primera C, con todas las expectativas depositadas en el mismo. Con Federico Quiroga como cabeza de este grupo, las chicas demostraron una entereza única y una unión grupal muy fuerte que a pesar de fuertes sinsabores y tropiezos, siempre mantienen la armonía y la confraternidad que solo observando las acciones deja de lado cualquier explicación teórica.
El haber enfrentado a su clásico rival, Villa San Carlos, un rival de fuste no opaca la gran labor hecha por este grupo de mujeres, que se animaron a desafiar prejuicios y con la frente en alto le ponen sacrificio al gran desafío deportivo al que se animaban. Hay que dar vuelta la página, y pensar en el Torneo de Primera C de AFA y hacer un digno papel mejorando partido a partido con la esperanza que caracteriza a estas guerreras rojas de Ensenada.