La realización de la Asamblea tuvo el colorido y el folklore
propio de un partido de fútbol. Un nutrido grupo de simpatizantes se movilizó en
caravana a pie por las calles de Ensenada, portando banderas, bombos,
trompetas, paragüas, banderas, humo rojo y pirotecnia. Los parciales se
ubicaron sobre la calle San Martín, frente a la sede social, y efectuaron lo
que se denomina un estruendoso “banderazo”.