miércoles, 5 de octubre de 2022

4 DE OCTUBRE...


Por Jorge Daniel Testori 

Muchos ensenadenses y simpatizantes del Club Defensores de Cambaceres fueron al estadio "12 de octubre" a vivir una fiesta, ver al equipo ganador de un torneo y lograr la oportunidad de ascender de categoría.

Otros, desde las redes sociales vimos el partido y palpitábamos con cada jugada, soñando con un triunfo como corolario de mucho trabajo y voluntad de hacer y progresar.

Pero no se dio, empatamos y se esfumó lo que tanto deseábamos con nuestra sangre roja y tanta historia centenaria.

Pero no perdimos, no es que no perdimos porque hayamos empatado y otro equipo conquistó el torneo.

Perdió el fútbol, ese juego tan bonito de destreza, de amor a unos colores y a una camiseta y triunfó el no juego, la mezquindad avalada por las autoridades del encuentro, cómplices de un deporte que se cae a pedazos por gente y dirigentes que miran hacia otro lado, que no asumen su tarea de impartir justicia.

Nunca he visto tanto desprecio por el juego y los reglamentos como el ejercido por el club visitante, por los árbitros y eso seguramente irá desnaturalizando este hermoso deporte, aun más de lo que está ya perdido.

El equipo de jugadores de Cambaceres y su cuerpo técnico hicieron lo posible contra viento y marea, hasta lucharon contra el mismo campo de juego en condiciones deplorables donde la pelota rebotaba a su antojo.

Nada cambia, el Rojo de Ensenada, el Camba, es mi corazón.