Por Gabriel de Charras
Ya
nada puede sorprender de este organismo llamado COPROSEDE y que tiene como máximo
exponente al parecer intocable Rubén Pérez. Un organismo del gobierno provincial
al que todos bancamos con nuestros impuestos. Un organismo que le está haciendo
un daño terrible al fútbol del ascenso. Una vez más, es el hincha de Defensores
de Cambaceres el que tiene que pagar los platos rotos. Lamentablemente, nada
sorprende. A modo de ser sinceros, lo intuíamos. Pérez nunca atendió ninguno de
los innumerables llamados telefónicos que le hicieron los dirigentes del Rojo.
¿Es casual que
Todo huele a podrido y resulta
indignante. No es sólo Defensores de Cambaceres, son muchos los clubes del
ascenso los perjudicados por el accionar de este señor Rubén Pérez, que hace y
deshace a su antojo. Es hora de que los dirigentes del ascenso se unan y digan
BASTA ante semejante atropello. Hoy le toca al Rojo, ayer a otro club y mañana
será otro. BASTA, muchachos, digan BASTA de una vez. Así como está, el fútbol de
ascenso no puede seguir. Pérez lo está matando de a poco y parece que no dan
por enterado.
Estamos a favor de erradicar la
violencia de las canchas. Totalmente a favor. Y si quieren erradicar la
violencia en serio, pues bien, metan a los delincuentes presos. No metamos a
todos en la misma bolsa. Se busca el facilismo. No hay gente en la cancha, no
hay violencia. Total, son clubes chicos y nadie dice nada. Y así no se puede
seguir.
Defensores afrontará un partido
trascendental con todo en contra. Los jugadores, como siempre, le pondrán el
pecho a la adversidad y lucharán solos contra todos.
Mientras tanto, Pérez estará tranquilo.
El domingo, las estadísticas, le marcarán que sigue bajando la violencia en el
ascenso. El sentido común, también, se va a pique…