El Rojo no estuvo solo en Laferrere. Un grupo de unas 25 personas pudo estar presente en la noche triunfal. Aprovechando la buena relación con la barra local, algunas hinchas, familiares y dirigentes se ubicaron detrás del arco donde fue el gol de Azcona y disfrutaron de una gran victoria. Cuando los jugadores se dirigieron a los vestuarios, se escucharon aplausos y gritos de alegría.