Fue
el primer partido de Gabriel Manzini dirigiendo al Rojo en Ensenada. Había que
ver como iba a ser la reacción de la gente, tras la vuelta a la ciudad y el
cambio de entrenador. Lo cierto es que el “Hueso” cosechó tímidos aplausos y algunas voces de aliento cuando se dirigió
al banco de suplentes.-