“Por decisión de la Comisión Directiva del Club Defensores
de Cambaceres, en su totalidad, se informa que a partir del día de la fecha y
hasta la finalización de la temporada 2013-2014 los entrenamientos del plantel
de primera división, independientemente del lugar donde se lleven a cabo, se
realizarán a puertas cerradas.
Aquellos interesados en ingresar a realizar notas lo podrán
hacer 30 minutos luego de la finalización de la práctica”. Así
señala el comunicado emitido por el Departamento de Prensa de la
institución y que fue enviado a los medios esta madrugada, a la 1.26.
Así, escueto, y sin brindar detalles acerca de los motivos de
una decisión poco menos que inédita en la historia del club, se expresó la CD y
cuyo origen habría sido una discusión que surgió entre un importante dirigente
y una novata colega de otro medio.
Los escasos periodistas que habitualmente cubrimos al Rojo,
en especial Tribuna Roja, debimos quedarnos fuera del estadio y sin poder desarrollar nuestra actividad que es la de
informar el desarrollo del entrenamiento
del plantel principal. Ni siquiera invocando nuestra condición de socios nos
posibilitó el acceso a lo que, en la teoría, es nuestra segunda casa.
“Tribuna Roja”, demás está decirlo, ha dado sobradas
muestras de haber estado en cada uno de los lugares donde se presentó la
institución, ya sea partidos o lugares de entrenamientos, y es el canal de comunicación
habitual con la gente.
Hoy, lamentablemente, nos vimos impedido de hacer nuestra
tarea como lo hacemos habitualmente. Y
todo por un conflicto del que somos totalmente ajenos.
“Tribuna Roja”
respeta la decisión de la CD pero no la comparte bajo ninguna forma. Entendemos que es equivocada y que no le hace bien a la institución. No estamos
de acuerdo de que se censure, en cierta medida, una parte de nuestro trabajo (y
de nuestros colegas) y el derecho a la información y entendemos que las partes
involucradas deben sentarse como gente civilizada y solucionar sus
desencuentros.