El
estadio de Liniers tiene características muy particulares y lo convierte en una
cancha única en el fútbol argentino. Una imagen satelital permite observar que
dicho escenario se encuentra totalmente fuera de encuadre, con una forma
trapezoidal y sin guardar una concordancia entre sus líneas.
Esta
particular situación puede observarse también desde detrás de un arco. Mirando
al de enfrente, se ve que el mismo se encuentra corrido. Además el punto del
medio campo y los de los penales se hallan en un pozo.
"Es la peor cancha en la que jugamos", dijo un jugador del Rojo, al tiempo que otro agregó: "Me habían contado como era. Estando acá es una cosa de no creer. Mirá que torcido está el arco".