El
estadio España, que supo albergar a mediados de los ochenta, al fútbol de
Primera División, quedó enorme para la convocatoria que tuvo el partido. Con
capacidad para 30 mil personas, se habilitó un tramo de la cabecera local, con
buen marco de público, y también la zona de plateas, donde muchos simpatizantes
llegaron sobre la hora. No obstante los sectores no estuvieron completos. El
incómodo horario también conspiró para una mayor asistencia. Según los
organizadores, hubo alrededor de 1.500 personas, escasas para la trascendencia
de esta primera final.-