Fue
el día que todos los socios compartieron la misma tribuna de cemento. Hacía
mucho tiempo que eso no ocurría. Al estar
inhabilitados los dos sectores detrás de los arcos, todos los asistentes
ocuparon la misma ubicación, como ocurría antes de los noventa. La hinchada se ubicó en uno de los laterales
de la tribuna de cemento y allí desplegó su colorido de banderas y su aliento
al equipo. El resto de los socios estuvieron en la platea y en el otro lateral.
La Policía ejerció un control en el
ingreso y aquellos que no tuvieron su carnet, en su
mayoría, no pudieron
ingresar.