Tarde
de viernes. Cielo gris y lluvias aisladas. Día laborable. La jornada no
invitaba a ver un partido del ascenso, donde el local se ubica en el penúltimo
lugar. Por eso la concurrencia distó mucho de ser la ideal. La pequeña tribuna
lateral estuvo ocupada por la barra de Lamadrid y el resto, sobre los
alambrados, se dispersaron los parciales locales en discreto número.