La mañana amaneció con mucha neblina y un campo de juego cubierto
por el rocío. Fue llamativo, entonces, como se
limpió prácticamente el campo de juego para que los jugadores
desarrollaran con normalidad el entrenamiento. El intendente del estadio,
Leandro Neves, con la colaboración de Sebastián Barclay (el ayudante de campo),
desplazaron una manguera por el rectángulo de juego. Así, con este simple
sistema, despejaron el rocío que se había acumulado.