El
vestuario de Defensores de Cambaceres fue un verdadero carnaval. Los jugadores
celebraron alborozadamente la salvación del descenso y los cánticos no pararon
por largos minutos. “Camba no se va” fue uno de los más repetidos. Tampoco
faltaron las dedicatorias para Diego Jaime y las lágrimas de emoción. Así,
entre otros, se lo pudo ver emocionad Sebastiàn Martinetti, el responsable del
fútbol y el dirigente más cercano al plantel.
Cámaras
de los canales de cables del país le pusieron un matiz no habitual en la
escenografía del Rojo.