Por Jorge Daniel
Testori
La activista por los derechos de la mujer Mary Hutson,
conocida públicamente como Nettie Honeyball (honeyball significa "pelota
de miel"), organiza en el año 1894 al reclutar unas 30 mujeres a través de
un anuncio publicitario el Club Británico de Damas.
El primer partido de fútbol oficial de damas se jugó en
Londres el 23 de marzo de 1895 ante 12.000 espectadores.
El equipo del North (de Nettie) le ganó al del South por 7 a
1.
Así se inició el fútbol femenino.
La mujer ocupa en el fútbol cada vez un lugar de mayor
importancia, no solo como árbitro, como dirigente de clubes o como protagonista
deportivo, sino además, engalanando las tribunas y aportando la tan necesaria
cuota de raciocinio y calidez que tanto nos hace falta para una convivencia
armoniosa y para disfrutar con alegría y tranquilidad tan bello deporte.