
Por Jorge Daniel Testori
Una flota al mando del portugués Hernando de
Magallanes enviada por la Corona española para reconocer las costas atlánticas
de América del Sur, en busca de un paso hacia el Pacífico, detalló en el diario
de navegación de su nave capitana"Trinidad", el hallazgo de una
"ensenada" en la márgen occidental del río de Solís, allá por el año
1520.Por varias décadas la "ensenada" fue ignorada por los
colonizadores, a pesar de tener fácil acceso y bondades portuarias, debido a la
prohibición de libre comercio establecida por las autoridades de la metrópoli,
dejando el paraje librado al tráfico ilegal de
contrabando.Recién en el año
1618, la zona fue cedida por el gobernador Hernandarias en favor de Bartolomé
López, hijo de un alcalde ordinario de Buenos Aires, quien en 1629 vendió su
estancia de la ensenada a Antonio Gutierrez Barragán.Barragán y sus
descendientes dedicaron sus tierras a la cría de ganado bovino y a la
explotación de viñedos.Una de las bisnietas de Antonio Barragán se casó con el alférez Bernardo de Lara, quien recibió en cesión una punta de la ensenada que hoy se conoce como Punta Lara.Una porción despoblada de la ensenada que no pertenecía a los Barragán y se extendía desde una parte de Punta Lara hasta territorio quilmeño, fue vendida por el gobernador Pedro Dávila al vecino Gerónimo de Benavidez en enero de 1636.El reconocimiento de la ensenada como excelente puerto natural fue postergado durante muchos años, hasta que hacia 1718, la Corona reconoce que el puerto de Buenos Aires presenta serias dificultades para buques de gran porte, que debían anclar lejos de la ciudad, y se ordenó al gobernador Bruno de Zabala buscar un puerto alternativo.Nuestras costas del Río de la Plata fueron sondeadas por el práctico Pedro Gronardo, por el marino Juan Antonio Guerreros (que reconoció la bondades del "puerto de Barragán"), y por el Comandante Francisco de Alzaybar, quien informó la aptitud de la caleta para tal fin al gobernador Zabala, quien a su vez, dirigió el 8 de junio de 1730 una carta al Rey Felipe V, confirmando el descubrimiento de una ensenada y puerto de excelentes condiciones.
En 1736, el Comandante
Alzaybar hace construir en las márgenes de la ensenada, tres baterías para la
defensa de la costa de las invasiones de naves portuguesas.Tras años de abandono
de la fortificación, en 1762 el gobernador Pedro de Cevallos dispuso construír
nuevas baterías y un cuartel, y en el año 1801 bajo el gobierno del virrey
Avilés, se erigió el Fuerte de Barragán bajo las órdenes de su constructor
Francisco Javier de Reyna.El fundador reconocido de Ensenada fue el virrey
Gabriel de Avilés de Fierro en el año 1801, constando en el expediente del Real
Consulado del 2 de enero, la habilitación del puerto y establecimiento de una
población, designando al Ingeniero Pedro Cerviño para el reconocimiento del
terreno y trazado del plano.El acta de fundación de la ciudad de Ensenada fue
fechada el 5 de Mayo del año 1801.-
