Se diagramaron ocho estaciones de actividades donde se hizo hincapié en velocidad, cambio de dirección, freno y arranque. También se trabajó con trineos y con pesas.
La jornada arrancó con una playa más extensa y finalizó con un sector más acotado por la crecida del río.
Se trata de uno de los tramos más exigentes de la temporada, dónde se da lugar a lo físico por sobre la pelota.
Además los jugadores disfrutan de un entorno natural diferente a lo que están acostumbrados de manera cotidiana.
Mañana, temprano, estarán otra vez en el mismo lugar para seguir sumando cargas y llegar de la mejor manera al inicio del certamen.