Esta temporada será diferente a la de los últimos años. Este 2024 encontrará al Rojo, unificación mediante, jugando nuevamente en la Primera C tras largos cinco años.
Y, lógicamente, la exigencia será mayor. El fútbol profesional es diferente a la Primera D. No hay límite de edad ni tampoco sí el jugador tuvo contrato en otra institución. Los rivales tienen otra jerarquía. Y en ese parorama, el Rojo deberá acomodarse rápidamente al nuevo torneo. Adaptarse a la nueva divisional y hacer una buena campaña será la meta del Camba en su regreso.
Pero no todo pasa por el fútbol. La meta debe ser seguir creciendo en lo institucional. Apuntalar lo que se hizo en otros deportes, seguir con las obras y afirmar lo social son otros de los desafios para este año. Defensores tiene un 2024 intenso por delante y espera estar a la altura de las circunstancias.