No hay racha que dure cien años y que no se pueda romper.
Cada vez que le tocaba enfrentar a Atlas, Defensores lo padecía. Sólo había
sacado un empate y después sumó varías caídas, algunas por goleada y otra que
significó la eliminación de un reducido. Nunca le había podido ganar. Dicen que
siempre hay una primera vez y pero tampoco se pudo dar en la tarde hoy para ratificar la levantada del
equipo. Así no se puede sacar la “mufa” contra un rival que se convirtió en su
“sombra marrón”.