La particularidad, como ocurre en este tipo de encuentros, es que se escuchaban los gritos de los jugadores dentro del campo de juego. El silbato del árbitro se oía con mayor nitidez.
“Fue raro jugar sin el aliento de nuestra gente”, coincidieron varios jugadores. Pero la sanción ya pasó. El próximo fin de semana los hinchas podrán regresar a la cancha.