Se respetó casi con rigurosidad la restricción del público
en el “12 de Octubre”. Tal es así que en el entretiempo la Policía decidió bajar
a dos jóvenes que se habían subido a ver al partido sobre el paredón ubicado
sobre la calle Saenz Peña. Lo que si no pudo impedir es la pasión de un niño
que no tuvo mejor idea que subirse al techo de su vivienda, sobre el camino
Rivadavia, donde agitó una bandera con los colores del Rojo.