Abrigado por el frío, el querido Néstor aprovechó la cercanía con su domicilio y dijo presente.
Como suele ocurrir cada vez que juega de visitante, una reducida comitiva acompañó al plantel del Rojo hasta Claypole. Hubo algunos dirigentes, jugadores y allegados detrás de uno de los arcos, en la zona más próxima a los vestuarios.