jueves, 8 de octubre de 2020

EXTRAÑAR AL FUTBOL: COMO LO VIVEN LOS HINCHAS


 Martín Giulietti y Andrea Jauregui son hinchas del Rojo de Ensenada. Agencia DLC habló con ellos y contaron sus sentimientos.

Decir Ensenada, es decir Defensores de Cambaceres. Es el Club que representa a la ciudad. El Rojo despierta un sentimiento en sus hinchas que muy poca gente logra entender.

Para lograr hacer visible esa pasión que viven sus hinchas, Agencia DLC juntó a dos simpatizantes del equipo de calle Rivadavia y Quintana: Martín Giulietti y Andrea Jauregui. Ellos son un fiel reflejo del hincha del “Rojo”; ellos viven y respiran Cambaceres. Y ya tienen herederos de esa pasión que lo disfrutan de la misma manera.

Andrea toda su vida vivió en el “5 de Mayo”, barrio que concentra a la mayoría de los hinchas del Rojo, pero desde hace algunos años, vive en la zona céntrica de la ciudad.  Asegura que cada vez que intenta explicar lo que siente por su club, nadie la entiende. “Trato de explicar lo que siento por Cambaceres y nadie me entiende. No me interesa que me entiendan, pero nadie entiende la pasión y la emoción que siento cada vez que voy a verlo a

cualquier lado. Voy a donar sangre -es donante- el día que juega para tener el certificado y faltar al trabajo. Recorrí muchas canchas. Es una pasión, te hace sufrir; te hace llorar; te hace reír; te hace cantar”. Y agregó que “no dejaría nunca de ir a la cancha. Es lo que nos representa como ciudad, esta ciudad que cada vez está más linda y el Rojo es Ensenada. Significa todo. Todas las emociones que se les puedan ocurrir, Cambaceres me las genera. Amo la enfermedad que tengo por el club”.

Generalmente, los simpatizantes de los equipos de las categorías menores del fútbol argentino, también lo son de algún otro club de primera división. No es el caso de Martín que solo es hincha de Cambaceres; es su único equipo. No hay otro en su corazón. Y tiene la particularidad que su hijo Juan Martín, nació un 12 de octubre, día que se celebra el aniversario del club. “Fue lo mejor del mundo tenerlo y que naciera ese día”, aseguró.

“Cambaceres es mucho para mí, es mi vida cotidiana. Siempre llevo puesto algo del ‘Rojo’, sea short, camiseta, campera o pantalón. Es mucho para mí. Mi nene me repite en todo momento que es hincha de Cambaceres. Es parte de mi vida cotidiana aunque no estemos yendo a la cancha por la pandemia; por todo lo que nos toca vivir a nivel mundial, pero para mí es todo”, explicó Martín, que va a la cancha desde los 3 años.

Ese sentimiento hace que extrañen la cancha; las previas; los partidos; el intercambio de opiniones durante los noventa minutos.

En ese sentido, Andrea afirmó que “lo que más extraño de  la cancha es la tribuna; es estar ahí con mis amigos, camiseta puesta y ver el futbol. Escuchar a la hinchada y cantar las canciones”.

Por su parte, Martín sostuvo que “lo que más extraño es estar ahí adentro. Siento que es mi segunda casa. Cruzarme con los de siempre, con amigos. A mi nene lo llevo pero no tanto como me gustaría por distintos temas, pero cuando voy con él a la cancha, mucho no se mira el partido tranquilo como hay que mirarlo, porque  dispara para todos lados, pero me encanta levarlo. Lo he llevado cuatro o cinco veces. Extraño pasar a buscar a mi viejo y opinar sobre el partido. A él le gusta ir a la platea. Hace dos años volvió a la cancha, así que lo paso a buscar y lo vemos juntos. Si él no va, voy a la popular y me cruzo con varios amigos, y charlamos de lo que queremos a Cambaceres y de lo que queremos para Cambaceres. Se extraña el contacto con la gente del Rojo, ver la cancha”.

Hace más de siete meses que ya no se puede asistir a los estadios. Y todo hace indicar que serán varios más para que se pueda volver. Los hinchas son conscientes de eso y se lamentan pasar tanto tiempo sin poder estar en el tablón o en la platea.

“Soy consciente que van a pasar varios meses para volver a verlo. Lo extraño mucho.  Trabajo en el Astillero Río Santiago y cuando jugaba 15.30, miraba el reloj para saber a qué hora tenía que fichar y salir corriendo para la cancha. Soy consciente de que lo voy a tener que seguir extrañando un poco más”, agregó Martín.

Y Andrea también lo sufre porque “una de las cosas que más me gusta, es ir a la cancha, con mis hijas que me acompañan porque les gusta. La más grande no me acompaña tanto ahora pero la más chica siempre viene conmigo cada vez que jugamos de local. Necesitamos ir a la cancha, necesitamos que vuelva el fútbol”.

Al no poder ir a la cancha, Andrea quería seguir en contacto con el Club. Es por eso que dudó en aceptar la propuesta que le hicieron “Los pibes del Rojo” para colaborar con las ollas populares o las meriendas que vienen llevando adelante desde el Club los martes y jueves.

“Lamentablemente duele mucho la situación en la que está Cambaceres ahora. Nos habíamos esperanzado un poco en los últimos partidos que pudimos disfrutar y justo pasó la pandemia para lo cual me uní a lo que es ’Los pibes del Rojo’ que me pidieron que les dé una mano con tareas sociales.  Hicimos una hermosa merienda solidaria para el día del niño; donamos alfajores a un comedor; estamos un poco más en lo social al no haber futbol. Hicimos una rifa para una olla popular que funciona en la cancha de infantiles de 5 de Mayo y logramos abastecer de provisiones para la olla”, le contó Andrea a nuestro medio.

Una de las cosas más linda que tiene cada partido, son las previas. Es ahí donde se empieza a vivir el fútbol.

Martín reconoce que antes, cuando no era Papá, la vivía de otra manera, pero las obligaciones lo llevaron a cambiar el ritual antes de cada partido. “Las previas en mi caso, eran tranquilas, con mucha ansiedad. En su momento cuando jugábamos sábado o domingo, eran más lindas. Además no tenía muchas obligaciones cuando no era Papá, así que había reuniones e íbamos con amigos. Los últimos cuatro años, fueron más tranquilas porque vivo en La Plata o salgo de trabajar, llegando con lo justo”.

En tanto Andrea, con un pasado como fotógrafa del club, también tuvo que cambiar su rutina. De más joven, se escapaba de la escuela para poder ir a la cancha y “durante la secundaria, iba en camión con acoplado de un hincha que vivía en Ensenada.  Éramos un montón que compartíamos esos momentos de ir a los partidos. Así durante muchos años. Ya después tuve la oportunidad de trabajar como fotógrafa en el club así que mis previas eran recorrer esquinas de barrios donde se juntaban los hinchas, sacar un par de fotos, y después en la cancha, ya desde el alambrado para adentro, pisando el césped”, reconoció la vecina de Ensenada.

Hoy Andrea anhela con volver a trabajar para el Club y aportar su granito de arena para sacarlo adelante y soñar, como también lo hace Martín, con festejar los 100 años de vida de la Institución -en 2021-, estando en la Primera C.

“Soy del barrio de Ensenada y siempre te voy a seguir, en las malas a todos lados, las buenas ya van a venir…” dice una de las canciones del Rojo. Martín y Andrea la cantan y cumplen con la letra.

FUENTE: Agencia de la Costa

FOTOS: Nicolás Gongora