Por Franco Picatto
Cambaceres encadenó su segunda victoria consecutiva y se inmunizó de las dudas en la primera victoria como local desde que nos azota esta pandemia. Gol del colombiano Rosas Quintero para la victoria.
Fueron más los meses donde la pelota no picó que cuando el césped recibió las huellas de tapones. Días de angustia que desviaban el foco de atención hacia la salud, postergando la práctica del fútbol y silenciando ese desahogo que implica ganar en condición de local. Para rescatar la última alegría en el 12 de Octubre hace falta remontarse a marzo de 2020, línea de largada para este duro trance que es el confinamiento por la pandemia de coronavirus.
En aquella oportunidad, Cambaceres desplegó un fútbol de alto vuelo con “Negro” Agüero como DT y el oponente de turno fue Juventud Unida. Un 6-1 que elevó la moral del grupo y esa “zanahoria” por perseguir como era el ascenso, resultó una ensalada de voluntades al final del fatídico 2020, sin los mismos nombres y un equipo disminuido, con el agregado de algunas salidas inesperadas que resintieron un funcionamiento en alza. Truncada otra chance de ascenso, desde la dirigencia apostaron a una receta tan útil como arriesgada: buscar alguien del riñón del club.
Existen distintos parámetros que juzgan las últimas campañas de Cambaceres, pero hay un consenso sobre una verdad que no es relativa: ganar de local apuntala el ánimo desde muchas facetas, pero la fundamental es la de hacerse respetar. La concentración y una mentalidad que se refleja en redoblar esfuerzos puede ser una buena medida para cada partido, aunque el propio jugador sabe que ganar de local ofrece garantías. Así este “Camba”, se preocupa más por la causa que por el efecto, y parte de ese comportamiento lo logra gracias a la línea que baja el cuerpo técnico.
Este “Rojo” no se complica ni queda sin recursos cuando algún imponderable amenaza con hacer sucumbir el plan inicial. La idea del primer tiempo fue un calco de lo mostrado en las dos fechas anteriores. Presión desde la salida rival, obligándolo al error y aprovechar la velocidad por las bandas, con “Rodo”Fernández y “Poroto”García. El tránsito de la pelota involucró a ellos, sumado a las intervenciones de Torancio. De hecho, Elías volvió a ser clave en la gestión de la pelota y un centro que sobró a Ybares, pero en el segundo palo apareció Fernández para estampar el 1-0. Dos asistencias y “media” de Torancio en 3 de las últimas 4 conquistas de “Camba”. Fundamental.
Ese lucido primer tiempo y las variantes de goleadores que tiene este Cambaceres, hace subir las pretensiones. Con eso me refiero a un principio fundamental que, en los últimos dos partidos, no se frustró el marcador por la impericia de los rivales. El elenco de Ensenada viene sufriendo una merma de intensidad en las segundas partes, y eso se volvió a evidenciar tras el gol de Rosas Quintero que aportaba la mínima ventaja en el marcador. Esa relajación conspira contra la postura de protagonista que asume el equipo en las primeras partes. Igualmente, el mérito del ingreso de Ferreira (centro-asistencia a Rosas Quintero) y sobreponerse a ese empate parcial, terminan arrojando un saldo positivo.
Ahora resta saber cómo responderá ante la exigente prueba de visitar al líder Puerto Nuevo, que ostenta puntaje ideal. Con puntos altos y rendimientos solventes, este Cambaceres va esculpiendo una ilusión que toma consistencia fecha tras fecha. El “parate” por el aislamiento estricto no lo corrió del eje ni del camino que se juramentaron estos jugadores, tal es el caso del “Rodo” Fernández, autor del primer gol ayer, que nombró al ansiado ascenso como una meta realizable. Desde la convicción y con resultados palpables, Cambaceres quiere dar la talla y llegar a “buen puerto” ante Puerto Nuevo para catapultarse al primer puesto.