Sorprendió el poco público  de simpatizantes en la platea y las cabeceras
estuvieron mucho  menos concurridas que
en otras ocasiones. 
De todas maneras, no faltaron algunos gritos hostiles hacia el Rojo en algunos momentos de la tarde.
Sorprendió el poco público  de simpatizantes en la platea y las cabeceras
estuvieron mucho  menos concurridas que
en otras ocasiones. 
De todas maneras, no faltaron algunos gritos hostiles hacia el Rojo en algunos momentos de la tarde.