Que el “Gato”
Gamberini es un símbolo de los últimos años del Rojo no quedan dudas.
Supo defender los colores de la institución con mucha hidalguía y también
transmitir a los más chicos su sabiduría como entrenador. Pero ahora está
estrenando otro rol, el de padre. Y esa pasión ya la está heredando su pequeño
hijo, Salvador, que tiene pocas semanas de vida. “Salva” ya es socio del Rojo y
luce orgullo su carnet.