La terna arbitral llegó al “12 de Octubre” poco antes de las 13. Ya estaba en los vestuarios la delegación visitante y estaban arribando los jugadores locales. El campo de juego se encontraba muy blando, con muchas “lagunas” y algunas líneas demarcatorias estaban borradas por la intensa lluvia que se desató en la ciudad desde las ocho de la mañana. La terna arbitral salió a recorrer el campo de juego y sólo bastó una pequeña vuelta. “Así no podemos jugar”, dijo el árbitro Pablo Giménez.
Los jugadores debieron firmar la planilla por una cuestión reglamentaria y los de Camba se trasladaron hasta el gimnasio cubierto de Casa de Cultura para realizar algunos movimientos y fútbol en espacio reducido. Unos minutos antes, el cielo se cubrió de negro, cayó un poco de granizo y una cortina de agua. Era imposible jugar en esas condiciones.

