“No hay plata que pague esto. Muchos que me conocen saben que en cada lugar que jugué le regalaba a mi papá una camiseta para que la guarde. Cuando partió, mi mamá me las devolvió. Mi viejo amaba esta de Camba por lo que significaba para él y hace 6 años me la robaron en una mudanza. Hoy me llegó un mensaje con esta foto (de la camiseta) y la felicidad que tengo no se puede explicar. Gracias por darme semejante tesoro en mi vida. No voy a poder pagarlo con nada. Mi viejo debe estar festejando. Gracias de todo corazón”.
El propio
protagonista contó que con esa camiseta Nro 3 le había convertido un gol a JJ.
Urquiza, cuando jugó en el Rojo, y que
la misma estaba en el barrio 5 de Mayo.