Tiago, que ayer jugó con la camiseta número 11 gran parte del encuentro que su equipo disputó con General Lamadrid por la primera fecha del torneo de divisiones juveniles, había arribado este año al Rojo.
Este volante ofensivo venía de jugar en el Club Ringuelet, de la Liga Amateur Platense. Cómo ocurre en cada inicio de temporada, todos los jugadores de divisiones juveniles se sometieron a los controles médicos de rigor que realiza la empresa CEMLA, contratada a tal efecto por la Asociación del Fútbol Argentino. Tiago, al igual que el resto de sus compañeros, tenía el apto fisico obligatorio aprobado para poder jugar. Es por ello que no se explica como en ese estudio realizado hace apenas dos meses no surgiera ninguna anomalía que pudiera advertir alguna situación. Lo cierto es que ayer, en el final del encuentro, Tiago comenzó a sentirse mal. Quienes estaban en el lugar afirman que sintió mareos e inmediatamente fue reemplazado. Pero su cuadro comenzó a empeorar mientras estaba a un costado del campo de juego. Por eso se decidió el traslado inmediato al Hospital Horacio Cestino, distante a pocas cuadras del estadio. Fue su propio padre el que acercó su vehículo particular hasta el campo de juego y lo llevó con rapidez al nosoconio.No había ambulancia en el lugar ya que no es una exigencia de la AFA para estos compromisos cómo ocurre con la Primera División. En estas divisiones la obligación es contar con un médico para jugar estos partidos. Cómo siempre ocurre desde hace muchos años esa función la cumplió el Dr. Clodomiro Cruz Valerio, quien ayer por la tarde se mostraba conmovido por lo ocurrido, una situación que no registraba antecedentes en el Rojo.
El cuerpo de Tiago será entregado a sus padres en las próximas horas para iniciar la triste despedida, tras realizarse la correspondiente autopsia y poder encontrar las causas que provocaron el repentino deceso.
El club está inmerso en un profundo dolor y por estas horas se recibieron muestras de pesar desde diferentes ámbitos e instituciones.