El atacante llegó a principio de año de Liniers y se quedó a vivir en Ensenada, en una vivienda que le alquila la institución.
Los dirigentes ya tuvieron las primeras conversaciones para poder renovar el vinculo pero no será una tarea sencilla. Hay instituciones que pretenden llevarselo y una de ellas sería Ituzaingó, que acaba de lograr el ascenso a la B metro.
La posibilidad de jugar en una categoría superior resulta seductora, pero en el Rojo no quieren que se vaya. Por eso las próximas semanas serán cruciales para definir su futuro.
