Pese
a las lluvias de las últimas horas, el campo de juego del “Jorge Arín” respondió satisfactoriamente y el
encuentro se pudo desarrollar sin mayores inconvenientes.
Lógicamente,
los protagonistas recorrieron el mismo un rato antes del partido y optaron por
calzados con tapones altos.
La
terna arbitral realizó una inspección, casi de rutina, y comprobó el gran
estado del terreno.