Juan
Goicoechea rompió su sequía goleadora. Desde que había llegado a Defensores,
nunca había podido convertir un gol. Con más de un centenar de presencias en el
Rojo, estuvo cerca en varios encuentros. Pero nunca se le había dado la
posibilidad de festejar una conquista. Hasta hoy. Fue cuando recibió el centro desde la derecha
y de cara al arco libre pudo sacarse las ganas de anotar un tanto en el Rojo.
Desde la época cuando jugaba en Madreselva, en el Argentino C, que no marcaba,
recordó “Goico”, al final del cotejo.