Por Martín Ortíz (www.lasvocesdelascenso.com.ar)
El gran desafío del cierre del año era ganarle a Luján, para culminarlo con un misión cumplida: llegar a los 28 puntos que lo dejen de cara a la segunda ronda, con expectativas y esperanzas. Y Cambaceres lo cumplió ganándole a Luján por 1 a 0 con gol de "piru" Násser. Con lo justo desde el marcador, pero con amplitud en el juego. Donde pudo liquidarlo varias veces, y también donde sufrió en otras tantas. A lo Cambaceres, ofreciendo cuerpo y alma. Si no sufre parece que no vale. Desde el penal que le atajaron al goleador Sebastián Jaime, hasta un tiro en el palo que paralizó los corazones cuando promediaba el segundo tiempo y el Rojo se había perdido el segundo gol demasiadas veces. Cuando faltaban minutos para el final y Luján ciegamente se mandaba al ataque para llegar al empate como sea. Hasta que el buen árbitro que es Pablo Dóvalo pitó el final y llegó el suspiro aliviador. Con tres puntos de local, en Cañuelas pero de local. Que permiten irse de vacacionescon una enorme sonrisa, y una esperanza para el año que viene de igual tamaño.Ezequiel Naser, antes de que se cierre el primer tiempo, y con un frentazo, a la salida de un córner, marcó el único tanto del equipo de Ensenada, que de esta forma, sumó tres puntos importantes en cara a la próxima temporada. El primer tiempo fue un verdadero fiasco. Sin embargo, y dentro de ese contexto, Camba mostró sus mejores armas. Fue inteligente en el traslado de la pelota y punzante de tres cuartos de cancha. El único déficit fue la falta de contundencia, ya que las opciones de gol estuvieron a la orden del día. Luján, un equipo dubitativo, se abroqueló con mucha gente del medio hacia atrás y apostó al contragolpe. La única jugada de riesgo estuvo en los pies de Zaccardo, y fue al promediar la parte inicial. Sin embargo, la diferencia mínima anunciaba un segundo tiempo con algo de angustia. Y fue así nomás. Porque Cambaceres salió decidido a liquidar el pleito y fue claramente superior a un irresoluto Luján, pero una y otra vez volvía a fallar en la definición. Si no fuera por la mala puntería de los delanteros y la muy buena intervención del arquero Avila (en el primer tiempo le atajó un penal a Sebastián Jaime), el resultado hubiese sido mucho más amplio todavía. Aun así, Luján tuvo sus chances, y la justicia hizo que no las concretara, porque hubiera sido sinceramente un desproposito