martes, 20 de octubre de 2015

LA FELICIDAD DE PADRE E HIJO

Enorme felicidad de Nahuel Benavente. Con su espectacular media chilena, a dos minutos del cierre, le permitió a su equipo cortar la racha de derrotas. Y lo gritó con alma y vida de cara a la tribuna, en una larga corrida. Como su papá Daniel, quien estaba muy eufórico, y se confundió en un apretado saludo cuando el jugador abandonó los vestuarios.

Para Benavente fue el quinto grito de su carrera, el tercero del presente campeonato
(había anotado en 1-2 contra Berazategui y en el 2-0 contra San Martín, hace una rueda).