Embarrados, mojados, contentos. Así terminaron el entrenamiento de esta mañana los jugadores de Defensores de Cambaceres.
Las intensas lluvias que se desataron a primera hora le pusieron un condimento especial a la
práctica.
El plantel trabajó en un sector lindante al camino Rivadavia, donde antiguamente estaba la tribuna visitante. Tareas físicas y fútbol reducido fue la actividad que pudo concretar, en medio del barro y de algunos charcos de agua.
Las imágenes reflejan que los equipistas no escatimaron
esfuerzos en el momento de trabar una pelota o tirarse al piso.
El grupo se prepara para afrontar el último partido de este
mini certamen.