Quedaba poco para el final y Defensores tenía la gran chance de ganar el encuentro si convertía el penal. ¿Pero quién lo iba a ejecutar? Todos se miraron y hubo un jugador que, con gran determinación, se hizo cargo del remate final. Sorprendió a todos porque hacía pocos días había llegado a Camba y era su debut, habiendo ingresado promediando el segundo tiempo.
Matías Villalba no dudó. Agarró la pelota y se
puso frente a Tabaré Benítez. Nerviosismo en las tribunas. El arquero se movió
a la izquierda y el debutante, con notable precisión y frialdad, ejecutó bajo y
a la derecha. Gol de victoria y gol de felicidad.