martes, 22 de diciembre de 2009

Camba salvó un punto y pasó a cuarto intermedio


No fue una tarde más la de este empate 1 a 1 con Luján. Más bien todo lo contrario. Fue explosiva por donde se la mire. Desde las tribunas donde se agitó con nerviosismo el aliento pero también cierto descontrol con bombas de estruendo que comprometieron el partido. Desde el equipo que se mostró inseguro y errático sobre todo en el primeri tiempo. Y desde la dirigencia, que tras el empate y la irregular campaña le cuestionó a Borgarelli su continuidad. Mañana por la tarde se volverán a reunir, pero el descenslace es inminente. Y el final de año agitado.
Final caliente del año futbolístico de Cambaceres. Caliente por la temperatura que superó los 30 grados. Pero mucho más por el clima futbolístico, que incluyó un inesperado bajón en el final del año. Las presiones de la gente, que solo acepta referencias que tengan que ver con volver a la B. Dieron como resultado un equipo que juega con las mismas ganas y el mismo corazón que tanto le elogiamos. Pero con un aceleramiento que lo deja al borde de la desesperación. Con todo lo malo consejera que es en este juego en el que, como en todo, termina prevaleciendo la inteligencia.
Julio San Esteban, quiso realizar una ofrenda y fue el principio de un problema que desató otros latentes. Se acercó solito a la popular y les tiró a los hinchas del Rojo su casaca. El resto pidió algo, y algunos jugadores le siguieron la idea. La cuestión fue que muchos hinchas desesperados por conseguir algo invadieron la cancha y el tunel que da al vestuario. En el vestuario, hinchas, jugadores, y dirigentes se tensionaron por la situación indeseada. Y algunos dirigentes, que ya veían el ciclo de Borgarelli cumplido, exclamaron: "esto no da para más"
La inocente idea de San Esteban desató lo que era una evidencia. La relación entre el entrenador y los máximos dirigentes pende de un hilo. Y eso hilo puede cortarse mañana cuando se reunan en la sede para tener una charla definitiva.
Antes había habido un partido de fútbol. Que en el primer tiempo fue muy malo. Pero que en esa malaria tuvo a Luján con alguna idea más para constuir algo. La responsabilidad de eso había sido del propio Cambaceres. Que otra vez había decidido cambiar algunas piezas que andaban bien, para jugarse un pleno a cartas "nuevas". El primer error fue la salida de Soria, castigado por ciertas distracciones en el partido contra Berazategui. En ese lugar jugó Leiva. Aun cuando por delante de el, bien podrían estar Benavente o Gamberini. Si la idea era tener tres en el fondo salió muy mal. Primero porque Dell Orto y Calabrese quedaron muy expuestos. Luego porque se desarmó una de las mejores sociedades: la de Soria y Jones.
Como nada salió bien en el nuevo esquema, también pagó el chico Diego Oscar Jaime. Que en su puesto de enganche, no pudo manejar a un equipo muy fragmentado y largo. Para colmo el otro Jaime (hubieron 3 porque Seba estaba en la platea) Diego Matías sufrió una fuerte contractura y tuvo que salir. En su lugar entró Yañiz, y luego también Vevenis, que cumplió en los minutos que estuvo.
Con el equilibrio en el medio recuperado. Camba fue otro en el complemento. Presionó más arriba y empezaron a llegar las chances. Lo tuvo Náser, por lejos la figura del encuentro, cuando Soria magistralmente lo habilitó. Pero trastabilló y luego le dió desviado. San Esteban también, pero otra vez el travesaño se lo negó. Y encima llegó el gol de Luján. Smargazi lo vio de reojo a Rubira, que picó al vacío, y definió por debajo de Zurlo.
Parecía injusto porque Camba había mejorado. Pero al mismo Rubira al comienzo del complemento le habían anulado un gol que creíamos era lícito. Lo cierto es que el Rojo volvió a tener capacidad de reacción. Y en un rato arrollador metió a Luján contra las cuerdas. Hasta que llegó un tiro libre de Manes, Dell Orto que la baja al segundo palo, y el premio al mejor; Náser, que la empujo para el empate salvador.
Quedaba poco tiempo y ya nada iba a quedar en la historia del encuentro. Camba debió conformarse con otro empate cuando los 3 puntos eran una obligación. Al menos para aspirar a pelear el torneo. Quedaba la escena de San Esteban, algunas secuencias descontroladas. Y las discusiones acaloradas en los vestuarios. Siempre se dice que las decisiones en caliente no son buenas conductoras. Tal vez por eso, en esta tarde caliente no se decidió nada. O si, se decidió. Pero se va a comunicar mañana.
Por Martín Ortíz (Las Voces del Ascenso)