martes, 7 de diciembre de 2010

Defensores mejoró en el complemento y mereció más que el 0 a 0 final

Defensores de Cambaceres dejó una buena imagen en el segundo tiempo y mereció más que el 0 a 0 frente a Argentino de Merlo en el partido jugado sin público en la cancha de Cañuelas. Fue saludable la recuperación futbolística que mostró el conjunto de Ensenada ante un rival que venía de cinco victorias consecutivas. Claro está, el déficit volvió a estar en la definición. Esta vez se gestaron muchas posibilidades de gol pero no se pudo convertir ninguna.
Los de Merlo jugaron mejor en el primer tiempo. Tuvieron un mayor volumen de juego y mayor tiempo la posesión de la pelota. Camba fue demasiado cauteloso. Armó un bloque de juego con la intención de proteger su zona defensiva, pero careció de agresividad y decisión para buscar el arco de enfrente. El colombiano Velasco insinuó algunos ataques de la visita y en sus pies estuvieron un par de llegadas claras que tuvo en esa etapa. ¿Camba? Ofensivamente, generó poco. Fue orden, entrega y cuidar su zona, cediendo terreno en la mitad de la cancha y neutralizando los embates de la visita.
Todo cambió en la parte complementaria. Defensores se adelantó en el terreno y manejó con mayor criterio la distribución de la pelota. Ya el partido se jugó más tiempo en la zona del rival y el Rojo acumuló méritos y llegadas para concretar el gol. Fueron varias las oportunidades en las que Defensores estuvo cerca. A los 6 minutos, un cabezazo algo débil de Benítez superó al arco y despejó en la línea Mariano Martínez. Seis minutos después, Catriel ingresó por la izquierda y elevó el remate final. Camba estaba mejor y no pasaba riesgos en el fondo donde Arias Navarro siempre estaba atento y seguro para resolver cualquier contingencia. El mejor anda de Camba se traducía en llegadas. Un disparo de Ladogana fue contenido por Ponce; un cabezazo de Yaniz se fue por sobre el horizontal; otra entrada de Naser (ingresó por Yaniz) fue conjurada por Ponce; nuevamente el arquero salvó ante Naser; y en el final Casanova elevó el remate en inmejorable posición. Situaciones que demuestran la superioridad y los méritos necesarios acumulados para ganar el partido.
El equipo fue de menor a mayor y terminó dejando una buena imagen. Sigue fallando donde se ganan los partidos, en lo más importante, el gol. Por eso se trajo sólo un empate, cuando bien pudieron haber sido los tres.