Luján
vivió con un clima festivo su permanencia en la categoría. Hubo un gran marco
de público en el Estadio Municipal y cerca del cierre del partido estallaron
detrás de uno de los arcos bombas de estruendo y humo de color. Con el pitazo
del árbitro, hubo largos abrazos y hasta aparecieron dos fantasmas con el
escudo de Flandria y la letra C, acordándose del clásico rival que perdió la
categoría.