Cuando hablamos de saldar la deuda en Ensenada obviamente nos estamos refiriendo a que el Rojo todavía no pudo ganar en su cancha, más allá de que mereció mejor suerte en algunos partidos. Dos empates con Sportivo Barracas y Argentino de Quilmes y una caída contra Sportivo Italiano son los antecedentes previos en el “12 de Octubre”. Contrasta claramente con las dos grandes victorias como visitante ante San Miguel y Central Córdoba. Precisamente, la fecha pasada, en Rosario, el Rojo tuvo su labor más sólida del torneo. Jugó con autoridad y decisión y ganó muy bien en una cancha siempre complicada.
El equipo, con el correr de los partidos, va encontrando una identidad que nace de la idea de juego de su entrenador. Presionar en la zona de volantes, manejar la pelota y buscar el arco de enfrente son las premisas iniciales. Y ahora esa idea tratará de plasmarla en su cancha, buscando mayor contundencia, algo que le faltó en los partidos anteriores en camino Rivadavia y Quintana.
Por su parte, el conjunto de Villa Soldati arrancó de manera irregular el torneo. Una derrota inicial con San Martín (2-0), un empate en dos goles con Luján, una gran victoria como visitante ante Laferrere (3-2) y una caída ante Sportivo Barracas (2-1) en la fecha pasada son los resultados que acumula hasta el presente. Es un equipo que apuesta a la experiencia de Carpintero en defensa y Ayala en la delantera y al buen manejo de sus volantes.
El Rojo llega en alza y tiene una linda chance de demostrarlo ante su gente. Aspira a ganar por primera vez en el año como local y acomodarse en la tabla de posiciones.