ROSARIO (Especial).- Ni bien Rodrigo Sabini, que a último momento
reemplazó a Rodrigo Pafundi, pitó el final del encuentro, los suplentes
ingresaron al campo de juego y se fundieron en un gran abrazo con los
equipistas que habían terminado de vencer a Central Córdoba. En medio del sudor
por el esfuerzo realizado, cobraba trascendencia la gran victoria alcanzada en
esta ciudad.