Ya hemos analizado que le costó más jugar en Ensenada que como
visitante. Eso, al menos, es lo que marcan los resultados. El equipo se
encuentra en plena etapa de formación y, cuando tuvo mayores libertades,
encontró su mejor funcionamiento.
En Ensenada, no tuvo la claridad necesaria, ni tampoco la fortuna estuvo
de su lado. En todos los cotejos estrelló un disparo en el travesaño. Pero se
encontró con equipos que se cerraron bien atrás y no pudo quebrarlos en el
momento oportuno.
Pero este equipo va encontrando un sello. La presión en el medio, el
juego asociado y el buscar el
arco de enfrente han sido las premisas del DT. A veces
puede salir mejor, pero la idea está y por ahora busca pulirla.
De lado de enfrente tendrá a un equipo que viene de sufrir el descenso
de categoría y que en la primera fecha pareció que iba a ser protagonista. El 3
a 0 que le propinó a Defensores Unidos como local marcó su única victoria del
torneo. Tras ese cotejo, perdió contra Excursionistas, empató en serie con San
Martín, Argentino de Merlo y Luján y cayó en sus dos últimas presentaciones
ante Deportivo Laferrere (2-0) y Sportivo Barracas (2-1). Lejos está de lo que
insinuó al comienzo.
El
Rojo tratará de sacar provecho del momento de su rival. Deberá encontrar mayores
minutos de juego asociado y estar más preciso en el tramo final de campo de
juego