El
cotejo estuvo detenido unos minutos en la parte complementaria. En momentos que
el Rojo jugaba mejor y ganaba 2 a 1, tres simpatizantes se subieron al
alambrado, mientras arreciaba el mal humor por el juego de su equipo. El asistente
advirtió al árbitro, quién detuvo las acciones y esperó que esas personas
descendieran del alambrado para poder continuar el juego.