No
hay dudas de que este es el mejor momento del Rojo en el campeonato. Los
números son elocuentes: consiguió siete de los últimos nueve puntos en juego,
con dos importantes triunfos como local y un no menos trascendente empate ante
el líder Argentino de Merlo
como visitante. Pero estos resultados van de la
mano de un crecimiento en el nivel de juego del equipo. El Rojo lució más
sólido en estas últimas presentaciones y fue contundente en ofensiva. “Las que
antes erràbamos, ahora entran”, dijo el DT. Y algo de eso hay. Pero también
parece encontrarle la vuelta a una categoría, donde los resultados venían
siendo totalmente esquivos. La presión que ejercen los volantes sobre el rival
y el mejor aprovechamiento de las ocasiones de gol resultaron fundamentales en
esta levantada. Aunque muchos piensen lo contrario, el hecho de que se haya
eliminado la desafiliación, le quitó presión al equipo que deberá ir a partido
a partido y luego ver si puede aspirar a algo más que sumar la mayor cantidad
de puntos posibles.
Para
ello deberá ir sorteando diferentes obstáculos. Y el Tambero será un rival
exigente y que viene de una serie de siete partidos sin derrotas, con dos
triunfos y cinco empates, aunque como local hace 4 que no ganan (3 igualdades y
una caída). En su última presentación rescató un empate en un gol frente a
Central Ballester. Tiene en Liparoti y en Sarmiento, sus dos atacantes, dos
armas peligros. Ambos jugadores hicieron 5 goles cada uno.
El
Rojo buscará afirmar este presente con otro buen resultado en una cancha
siempre complicada. Para ello no deberá apartarse de la línea de los últimos
partidos que le dio buenos dividendos.