Hubo una situación que llamó la atención. Ni
bien Barracas marcó el segundo gol que definía el encuentro, el oriental buscó
el túnel y abandonó el campo de juego.
El uruguayo se marchó del estadio sin hacer
declaraciones públicas a los medios de prensa. Pero uno de los motivos
principales que habrían precipitado su decisión es que su papá está atravesando
un momento complejo de salud y eso lo obliga a viajar a la República Oriental
del Uruguay. “No estoy con la cabeza y con las ganas necesarias para dedicarle
a la institución y lo más conveniente es dar un paso al costado”, dijo el DT a
su círculo más cercano.
Uno de los colaboradores señaló que “a nosotros también nos tomó de sorpresa y nos enteramos después del partido”.
Bolso en mano, Palito fue hasta su vehículo particular y cada uno de los
jugadores se fue acercando, se confundieron en un abrazo emotivo y se fueron
despidiendo uno a uno.
Se abre ahora un signo de interrogante muy
grande de cara al futuro. El grupo de colaboradores de Alvaro Pereira seguiría
al frente del plantel al menos hasta el partido del sábado contra El Porvenir.
Pero Palito les habría pedido a Pablo Casado y
Marcelo Chiappetta, dos hombres del club, que continúen este proceso.
Lógicamente, serán los dirigentes los que deberán tomar las decisiones del caso
en las próximas horas.
¿Por qué justamente hoy Pereira decidió
marcharse? ¿Por qué no lo hizo antes? ¿Hubo algo más que lo impulsó a tomar
esta determinación inimaginable para todos? Hay interrogantes que, con la
inmediatez de la noticia, aún no tienen respuestas.