martes, 14 de junio de 2011

Hay que crecer como institución


Los procesos deportivos no vienen solos. Vienen sustentados desde una estructura institucional. Hay ejemplos muy claros de ello. De los buenos y de los malos. Quienes están bien como club tienen después logros deportivos; por el contrario, aquellas instituciones que no crecen, después los resultados se ven en la cancha. Defensores de Cambaceres vivió años de decadencia y de estancamiento en todos los aspectos. Sólo basta recorrer el estadio y la sede social y ver el escaso crecimiento que tuvo en los últimos años. Hubo notorias falencias dirigenciales. En algunos momentos, se invirtió (y muy mal) en fútbol y se dejó de lado cosas básicas que hacen a un club. Todos queremos ver al Rojo una división más arriba. Pero para que ello ocurra primero hay que crecer desde lo institucional. Defensores necesita movilizarse en todos los aspectos, necesita renovar ideas y necesita, fundamentalmente, gente con ganas de aportar ideas y de trabajar. En estos últimos días, empezó a notarse un cambio. Importante, si se quiere para este club. Que se decida mejorar los vestuarios, cambiar las puertas, las ventanas, mejorar los pisos, pintar las paredes, reparar los baños, es, sin dudas, un paso muy positivo en un club acostumbrado donde se hacía muy poco. Que estas cosas empiecen a concretarse, tras años de estancamiento, es una señal positiva. No todo pasa por una cuestión de dinero. Pasa por la creatividad, por tener proyectos y ganas de trabajar. Ojalá que muchos se contagien, ojalá no dejen solos a este grupo de dirigentes. Más allá de querer ganar un campeonato de fútbol, Defensores necesita ganar hoy un campeonato más importante: el de la credibilidad, el del crecimiento institucional y el de poder convertirse en el futuro en el verdadero club de la ciudad.