Iban 10 minutos del segundo tiempo cuando Valentín
Cosentino capitalizó un centro desde la izquierda ejecutado por Rodolfo
Fernández y abría el marcador del encuentro. Festejos, abrazos, fotos y grito
de gol. Y el árbitro señalando la mitad de la cancha. Era gol de Camba, era 1 a
0. Pero de pronto surgieron discusiones a un costado del campo de juego. Cuerpo
técnico, jugadores y allegados presionaron al cuarto árbitro Axel Pogge por una
supuesta falta de Rodolfo Fernández en la jugada previa. El partido estaba interrumpido
porque había un jugador del local en el piso. Todo el Rojo esperaba que el
local moviera de la mitad de la cancha. Sin embargo, el cuarto árbitro llamó al
árbitro y le marcó la situación. Y seis minutos después, insólitamente Diego
Torres decidió anularlo, previo mostrar la segunda amarilla y expulsar a
Rodolfo Fernández. Acá no hubo VAR. Un
cuarto árbitro propiciaba la cancelación de un gol.