Tras
casi siete años, Defensores de Cambaceres volvió a jugar en la cancha de
Flandria, uno de los escenarios particulares del fútbol del ascenso.
El
conjunto Canario tiene una sola tribuna lateral de cemento, con una platea
central, en tanto el público local se ubica en uno de los laterales y los
dirigentes visitantes son ubicados en el otro lateral.
Los
para avalanchas son bloques de cemento. Y las cabinas son tan grandes que
parecen habitaciones. Aunque ahora se le hicieron divisiones para tener más
lugar
para la prensa.